Las ilusiones

Una estrella que guía

Queridos lectores:

No se si alguna vez has notado lo curiosa que puede ser la luz y la sombra que produce. Genuinamente no sé muy bien cómo funciona, en un sentido técnico, pero por más obvio que parezca es necesaria para ver. Nos ayuda a distinguir formas, colores, rasgos de lo que normalmente no notamos o pasamos por alto. Hoy tengo la intención de hablar de las ilusiones. El cómo una ilusión puede encender la chispa de tu vida o cómo un fracaso puede derribarte de tus nubes.

Más de una vez, me he hecho esta pregunta ¿Qué significa ser/estar feliz? ¿Cómo se consigue eso? No sólo me he hecho esta pregunta sino que la he preguntado a mucha gente queriendo unir las piezas del rompecabezas desde diferentes perspectivas. La felicidad creo que es un efecto de algo más. No es lo mismo que la alegría, que se puede catalogar fácilmente como emoción, la cual tiene un tiempo definido. La felicidad necesita alegría pero no lo es todo, no es como si mañana fuera al mercado y comprara un poco de felicidad para guardarla en mi bolsillo. Es un estado de plenitud que se produce a efecto de lo que vamos haciendo en nuestra vida. Esas acciones determinadas son todo otro tema que me gustaría abordar en otro momento, ahora bien, todos vivimos con ese anhelo de felicidad, con la ilusión de encontrar algo que nos llene.

Quería seguir escribiendo de la ilusión y me vino a la cabeza un discurso que dí para la mitad de la carrera. Sé que algunos ya lo han leído (Recomiendo releer y darle vueltas, yo mismo lo hago mucho) pero me parece que explica muy bien lo que quiero decir con ilusionarse, encontrar tu estrella…

<<“He aquí mi secreto - dijo el zorro - que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.” 

Hoy en día vivimos a una velocidad imparable, no nos detenemos a observar, pensar y apreciar lo que tenemos enfrente. Hay un algo que sentimos cerca de nosotros pero no terminamos de saber qué es. ¿Qué estamos buscando? Cada quién hágase la pregunta, ¿Qué estoy buscando? 

Queridos amigos, profesores y padres de familia, hoy estamos reunidos para celebrar un hito académico que marca un antes y un después, que nos enfrenta con la madurez y responsabilidad de cruzar a la segunda parte de esta aventura. El camino que estamos recorriendo no consiste en simplemente avanzar dejándose llevar por lo que dicta el azar, sino en descubrir el sentido de cada paso que damos. Es cuestión de buscar ese propósito, nuestro llamado a cambiar el mundo, jugando el papel que nos toca y no rendirse hasta hallarlo. La única forma para diferenciar entre todo lo que ofrece el mundo es viendo lo invisible con el corazón, buscando aquello que realmente amamos.

“Llegando a la tierra, el principito se sentó en una piedra y elevó los ojos. - Yo me pregunto - dijo - si las estrellas están encendidas para que cada cual pueda un día encontrar la suya.”

A cada quién lo llama una estrella, todos tenemos una vocación que encontrar, todos nosotros estamos realmente destinados a cambiar el mundo. Queda en nosotros sujetar fuertemente esa misión y no soltarla hasta haberla realizado. Sólo podemos conseguir ese cambio si poco a poco, granito a granito, cambiamos nuestras acciones. Transformamos lo que somos. Depende de nosotros dar el primer paso para responder a ese llamado.

Para encontrar esa estrella, hay que buscar lo que realmente amamos o en otros términos qué nos hace felices. Pero ¿qué es? La verdad es una pregunta difícil de responder, pero de todas formas vale la pena encontrar las pistas que parece que realmente nos llevan a calmar ese anhelo, a vivir nuestra vida con algo que antes no teníamos.

Hemos gozado de muchas oportunidades por las que otras personas matarían. Estudiamos en esta gran universidad y se nos abre un panorama de oportunidades que brillan ante nuestros ojos y es fácil seguir cualquiera de esas luces que tanto nos atraen pero que podrían engañarnos. Las pistas que buscamos son lo que nos hace darnos cuenta que la vida es más que sólo estudiar, hay todo un mundo dentro y fuera de nosotros que descubrir.

La familia, los amigos, las relaciones, nuestras aficiones y nuestro día a día, son las piezas para construir lo que buscamos, toda nuestra vida sirve para dar razones a lo que hacemos. Todo lo que tiene valor para nosotros es lo que nos lleva a la felicidad y coincide con lo que se ve con el corazón. Compañeros, los invito a tomar todo lo que tiene valor para ustedes, a aferrarse a ello para así buscar cada uno esa estrella que le llama, y una vez encontrada tomar su luz, llevarla con nosotros, hacerla propia, para luego transmitirla a los que nos rodean.

Las citas que he mencionado en el discurso son de uno de mis libros favoritos, “el principito”, así como el principito nunca renunció a alguna pregunta que hizo, nosotros no renunciemos a luchar por lo que somos y lo que queremos en esta vida.>>

Si te gustó por favor dime que opinas y comparte con alguien que crees que le pueda interesar. Nos vemos el siguiente domingo a las 7 pm.